Una visitante observa el cuadro 'La gitana con mandolina', de Corot. (Foto: EFE) |
Poes�a y naturaleza contemplada como algo arm�nico y cl�sico est�n presentes en los cuadros que forman la exposici�n 'Corot. Naturaleza, emoci�n, recuerdo', que se exhibe en el Museo Thyssen-Bornemisza.
Las salas del museo se han llenado de la atm�sfera serena que transmiten las 80 pinturas seleccionadas por el comisario Vincent Pomarede, conservador jefe del departamento de pintura del Louvre, para formar la primera muestra monogr�fica dedicada en Espa�a al pintor franc�s Jean-Baptiste Camille Corot (1796-1875).
La naturaleza en la que se inspir� para pintar sus paisajes, las emociones que supo transmitir en sus composiciones y los recuerdos que esos paisajes le evocan son las tres claves de la exposici�n dedicada a uno de los pintores m�s importantes del XIX, cuya obra supera la herencia neocl�sica, el realismo y el romanticismo imperante en su �poca, para convertirse en aut�ntico precursor del impresionismo.
Con un claro car�cter retrospectivo, la muestra pretende adem�s mostrar como el artista vibra con la naturaleza. Sus idas y venidas, en las que toma apuntes del natural, y que le devuelven siempre al taller, en el que reinterpreta los paisajes que ha visto y en los que en ocasiones incorporaba nuevos elementos.
A pesar de este trabajo de taller, sus obras poseen el encanto de la naturalidad y est�n tratadas con un toque muy personal, no exento de cierto lirismo, convirti�ndose en fuente de inspiraci�n de posteriores generaciones de pintores.
El recorrido de la exposici�n sobre este gran pintor "que llev� el paisaje a altas grandezas, y que fue uno de los m�s populares, copiados y admirados", seg�n el comisario, se plantea como un paseo tem�tico a lo largo de m�s de 50 a�os dedicado a la creaci�n.
Los ocho apartados en que se ha organizado la muestra comienzan con las obras pertenecientes a sus primeros a�os y sigue con las realizada durante sus estancias en Italia. Otra de las salas alberga los diferentes territorios de Francia pintados por Corot y continua con una selecci�n de las que exhibi� en los Salones oficiales, entre 1836 y 1864.
Realismos, Ville-d'Avray y Figuras son otros de los apartados de la exposici�n, en la que tiene especial importancia el dedicado a 'Souvenirs'. Este �ltimo refleja como Corot no pretendi� pintar �nicamente la naturaleza tal y como es sino como �l la ve�a y la sent�a.
Este conjunto de paisajes de connotaciones rom�nticas, concebidos con una luz y una luminosidad especial, encierran los sentimientos que el artista experiment� en esos escenarios. Son visiones cargadas de intimidad que trasladan al espectador a un mundo de enso�aci�n y de emociones, a un mundo transformado por Corot.
Los "souvenirs" resumen "una gran parte de sus investigaciones y su condici�n de ser el �ltimo artista cl�sico y el primero de los modernos", seg�n el comisario, quien recuerda que en 1996 el Museo Louvre dedic� una gran exposici�n a Corot, en la que se revisaba toda su carrera art�stica, pero en ella "hubo cosas que no nos dejaron satisfechos", como no poder poner en claro la complejidad de Corot.
Maestro del paissaje
Para Vincent Pomarede, cuando se visita una exposici�n como �sta "se advierte la satisfacci�n y la alegr�a que le daba al pintor hacer vibrar al espectador. No s�lo se exponen 80 obras de Corot sino posiblemente sus mejores 80 obras".
Con una enorme fama en el siglo XIX y pintor favorito tanto del gran p�blico como de las minor�as y de los artistas m�s innovadores, "su fama sufri� mucho en el siglo XX con el surgimiento del arte moderno", asegura Tom�s Llorens, conservador jefe del Thyssen-Bornemisza, cargo que dejar� en manos de Guillermo Solana a partir de septiembre. Artistas como Picasso, Mir� � Juan Gris "fueron grandes admiradores de Corot, que era una precursor de la modernidad, dando al paisaje una visi�n puramente visual, emp�rica". En opini�n de Llorens, el paisaje, genero fundamental en el siglo XX, es muy complejo. "En �l no solo intervienen los ojos sino otros factores del alma, como la memoria � la emoci�n. Corot es uno de los pintores que mejor ilustran esta afirmaci�n".
Hombre bondadoso, apacible y sincero consideraba que "en arte lo bello es la verdad ba�ada en la impresi�n que recibimos de la naturaleza".